Hace tiempo bromeaba parafraseando una de las citas más famosas de 'Moulin Rouge': lo más grande que te puede suceder, es que escribas y seas leído. Pues bien, a esta enorme máxima que gesté una tarde de aburrimiento bloggero, se puede añadir un apéndice para que quede de la siguiente forma:
Lo más grande que te puede suceder es que escribas, seas leído y sirvas de inspiración.
Comencé mis andanzas por blogger sin muchas pretensiones (ya visteis lo a menudo que escribía, ejem) y que en tan poco tiempo ya tenga seguidores fieles me hace muy feliz. Pero todavía me llena más de orgullo el hecho de que con mis entradas pasajeras haya espoleado a algunos de ellos a escribir. Por eso, cuando una compi del Máster me propuso si podía participar en el blog, acepté encantada.
Os la presente: su nombre es Ana y sufre conmigo las clases del maravilloso máster de profesorado. Es licenciada en Historia y como tal tratará aspectos de ese tema que yo, siendo de Arte, no domino tan bien. Ya sabéis que lo mío son las imágenes. Espero que el artículo que hoy publica Ana sea el primero de muchos más.
¡Bienvenida!
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